Cada 30 de mayo se recuerda en Argentina el Día Nacional de la Donación de Órganos y Tejidos, una jornada que invita a reflexionar sobre la importancia de decir “sí” a la vida. La fecha fue elegida para homenajear a una mujer que, tras recibir un trasplante, pudo dar a luz a su hijo: un símbolo claro de cómo un acto solidario puede generar una nueva vida. En 2024, más de 4.200 personas fueron trasplantadas en el país.
La donación de órganos es una posibilidad concreta de salvar vidas. Actualmente, más de 7.000 personas en Argentina esperan un trasplante para seguir adelante. Detrás de cada uno de esos nombres hay historias que se escriben en presente gracias a un gesto altruista. Un solo donante puede salvar hasta siete vidas y mejorar la calidad de muchas más.
Gracias al marco legal vigente, especialmente la Ley Justina, todas las personas mayores de 18 años son consideradas donantes salvo que hayan manifestado lo contrario. Este cambio permitió acelerar procesos, aumentar la cantidad de trasplantes y consolidar una cultura más solidaria. Solo en 2024, se realizaron más de 2.100 trasplantes de órganos, 2.100 de córneas y más de 1.300 de médula ósea.
La donación también tiene su costado emocional: implica empatía, generosidad y una profunda conciencia colectiva. Expresar la voluntad de donar es sencillo y puede hacerse por medios digitales, en el DNI o incluso a través del correo. Pero más allá de los canales formales, lo esencial sigue siendo hablarlo en familia y compartir el deseo de dejar vida después de la propia. Porque donar es, ante todo, un acto de amor.





