Los gobernadores de Neuquén y Río Negro supervisaron la obra estratégica que unirá la producción de crudo con la costa atlántica, impulsando empleo, infraestructura y la integración patagónica con una mirada conjunta hacia el futuro.
Durante la recorrida, ambos mandatarios destacaron la importancia del oleoducto como un eje clave para la expansión de Vaca Muerta, uno de los principales polos hidrocarburíferos del país. La obra facilitará la salida de crudo hacia mercados internacionales, incrementando la competitividad y la generación de divisas para la región.
Figueroa resaltó la colaboración entre provincias como un modelo de gestión regional que fortalece no solo la producción sino también la infraestructura necesaria para acompañar el crecimiento sustentable. Además, subrayó el impacto positivo que tendrá la obra en la creación de empleo local y la dinamización económica de ambas provincias.
Weretilneck coincidió en destacar la relevancia del proyecto para la integración patagónica y la proyección hacia el futuro, enfatizando que el oleoducto es una infraestructura vital para el desarrollo energético y la seguridad económica de la región.
Con esta iniciativa, Neuquén y Río Negro consolidan un trabajo conjunto que apunta a aprovechar sus recursos naturales de manera responsable, generando oportunidades de desarrollo y mejorando la calidad de vida de sus habitantes.





