El cuidado de la piel es fundamental para mantenerla saludable, pero los dermatólogos advierten que un exceso en la rutina de skincare puede ser contraproducente y generar daños en lugar de beneficios. Este fenómeno, conocido como “overcare”, se produce cuando se aplican demasiados productos o se realizan tratamientos de forma exagerada.
La piel posee una barrera natural que protege contra agentes externos, y su equilibrio puede romperse al abusar de exfoliantes, limpiadores agresivos, o la aplicación constante de productos con activos potentes. Esto puede derivar en irritaciones, enrojecimiento, sequedad, y sensibilidad aumentada, afectando la salud cutánea.
Los especialistas recomiendan adaptar la rutina a cada tipo de piel y evitar la tentación de agregar múltiples pasos o productos sin una necesidad real. La clave está en la simplicidad: una limpieza suave, hidratación adecuada y protección solar diaria suelen ser suficientes para mantener una piel sana.
Además, es importante consultar con dermatólogos antes de incorporar nuevos tratamientos, para evitar reacciones adversas o complicaciones. Muchas veces, una rutina minimalista y constante es más efectiva que probar numerosos productos que pueden interactuar negativamente.
El “overcare” también puede ocasionar un efecto rebote, donde la piel se vuelve más reactiva y dependiente de los productos. Por eso, escuchar las señales que da la piel y mantener una rutina equilibrada es la mejor forma de conservar su salud y belleza a largo plazo.





