Víctor Cemborain adelantó que no habrá despidos, pero sí reubicaciones: quienes fueron pasados a planta en cargos políticos deberán cumplir tareas de limpieza y mantenimiento urbano.
El intendente electo de Mercedes (Corrientes), Víctor Cemborain, lanzó una advertencia directa a los empleados designados en los últimos meses por la gestión saliente. “No los puedo echar, pero sí cambiar de tareas. Van a barrer y limpiar la ciudad”, afirmó al referirse a quienes fueron nombrados en puestos políticos y luego incorporados a la planta permanente.
Con un tono crítico, cuestionó la desproporción en la estructura municipal: “No puede ser que haya 15 barrenderos y 100 funcionarios”. Y enfatizó que su prioridad será ordenar la administración sin incrementar la nómina: “El que cobra tiene que trabajar. El que cobra y no trabaja tiene que irse”.
Cemborain, que ya fue intendente entre 2013 y 2017, regresará al poder tras imponerse en las últimas elecciones con el sello de Vamos Corrientes. Su vuelta se da luego de un período convulsionado, que incluyó la gestión de su esposa, Elvira Sánchez, y el posterior mandato de Diego “Tape” Caram, condenado en 2024 a más de siete años de prisión por corrupción.
El futuro jefe comunal aseguró que su plan es “reubicar al personal existente” en lugar de impulsar despidos masivos. “Nuestra ciudad necesita orden y limpieza. Quiero que los recursos vayan donde realmente hacen falta”, subrayó.
Su postura se enmarca en un escenario nacional donde distintos intendentes han tomado medidas de ajuste para enfrentar déficits financieros. Desde recortes salariales en Pigüé hasta la declaración de emergencias en Villa Gesell, Guaminí o Coronel Rosales, la situación municipal refleja las dificultades de gestión en tiempos de caída de la recaudación y menores transferencias de fondos.





