El Gobierno evalúa una reforma tributaria profunda que incluye la eliminación del monotributo, un régimen del que dependen hoy más de 3 millones de contribuyentes, y su reemplazo por un sistema unificado laboral-fiscal.
La propuesta también contempla bajar el piso de Impuesto a las Ganancias y rediseñar los tramos de aportes, en línea con un esquema que busca “simplificar” la estructura impositiva y favorecer la registración.
La iniciativa genera inquietud en trabajadores independientes, pequeñas empresas y prestadores de servicios, que aún no conocen los detalles del nuevo esquema. Sectores empresarios plantean dudas sobre el costo administrativo, mientras especialistas advierten que la eliminación del monotributo podría incrementar la presión fiscal efectiva sobre contribuyentes de ingresos bajos y medios.
Las negociaciones continúan con cámaras empresarias y gobernadores, en un contexto en el que la reforma podría redefinir por completo la relación tributaria entre el Estado y trabajadores independientes.





