Después del anuncio de un posible paquete de ayuda financiera deportiva por parte de instituciones estadounidenses para acompañar al gobierno de Javier Milei, fuentes del sector bancario y de prensa indican que esas gestiones se han estancado y que el plan original podría haber sido reemplazado por un mecanismo mucho más limitado.
- El plan original y su congelamiento
Según informe del diario The Wall Street Journal citado por medios locales, se habría planteado un auxilio por unos US$ 20.000 millones, impulsado por grandes bancos estadounidenses como J.P. Morgan Chase, Bank of America y Citigroup, para respaldar a la Argentina en el nuevo rumbo económico que propone el Ejecutivo.
Sin embargo, esas entidades habrían decidido suspender o al menos posponer ese esquema de financiamiento mayor y pivotar hacia una alternativa de menor escala.
- La alternativa menor: un repo por US$ 5.000 millones
La alternativa en evaluación consistiría en un contrato de repo (acuerdo de recompra) de aproximadamente US$ 5.000 millones, mediante el cual la Argentina intercambiaría un portafolio de inversiones por dólares provistos por los bancos. Este mecanismo apuntaría a resolver un pago de deuda urgente, de alrededor de US$ 4.500 millones, en enero próximo.
Es decir: en lugar del gran rescate anunciado, se estaría negociando un mecanismo de liquidez más chico, con vencimiento de corto plazo, lo cual reduce el impacto pero también el alcance de respaldo.
- ¿Por qué se frenó el gran paquete?
Aunque los bancos no han hecho declaraciones oficiales completas, el artículo señala que podrían haber estimado que las reformas del Gobierno argentino hacen innecesario un apoyo tan masivo, o que los riesgos implicados (país, cambio, cumplimiento) generaron cautela. Algunas frases del informe aluden a que el CEO de J.P. Morgan, Jamie Dimon, dijo que “puede que no sea necesario” un préstamo tan grande gracias a los avances que reduce la inflación y podrían atraer capital extranjero.
Otra lectura indica que los bancos evalúan qué tan “blando” podría ser el retorno del préstamo, la sustentabilidad del camino elegido por el Gobierno, y si la Argentina podrá cumplir con los plazos sin generar efecto de “rescates” típicos de crisis.
- Implicancias para la estrategia del Gobierno argentino
Para la administración de Milei, la expectativa de un respaldo de US$ 20.000 millones era un ancla simbólica potente: señal de confianza internacional, base para acceder a otros mercados, y ayuda directa para afrontar vencimientos de deuda en dólares y estabilizar la macro.
Que ese esquema se diluya en un repo de US$ 5.000 millones implica varias cosas:
- Menor margen de maniobra financiera: un apoyo más limitado exige que el país se apoye más en emisión, reformas, financiamiento externo tradicional.
- Mayor presión de los mercados y de las calificadoras: la “ratificación” de credibilidad internacional pierde un poco de fuerza si el plan queda reducido.
- Riesgo de que la narrativa de “rescate” se reemplace por la de un “salvataje acotado”, lo que podría afectar la confianza de inversores o socios internacionales.
- ¿Qué falta saber?
Quedan varios puntos por clarificar:
- Qué cláusulas tendrá el repo: plazos, garantías, tasas, condiciones de recompra.
- Cuáles bancos específicos participarán y qué volumen exacto se firmará.
- Si habrá condiciones políticas o económicas asociadas (reformas, privatizaciones, control de gastos, etc.).
- Cómo afectará esta negociación a las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la emisión de bonos externos y la estrategia de deuda argentina.
- Qué pasará si el escenario se vuelve crítico: ¿se retomará el plan de US$ 20.000 millones o se buscará otro camino?





