El panorama industrial se torna más preocupante al observar la dinámica del empleo y el número de establecimientos activos. Según reportes del CEPA, entre noviembre de 2023 y agosto de 2025 se perdieron más de 276.000 empleos registrados en la economía, con una fuerte incidencia en la industria manufacturera, que sufrió la salida de 55.941 trabajadores.

Además, se redujo la cantidad de empresas empleadoras: en el período analizado, cerraron o dejaron de tener personal 19.164 firmas, en su mayoría pymes, lo que refleja un fuerte proceso de contracción del entramado productivo. La industria fue uno de los sectores más afectados, con una caída sostenida tanto en actividad como en nómina.

Las organizaciones fabriles advierten que esta tendencia podría profundizarse si no se recupera el consumo y si las importaciones continúan ganando terreno. Las fábricas más pequeñas, con menor espalda financiera, son las primeras en sentir el impacto, aunque también grandes compañías realizaron ajustes de personal y reducción de líneas de producción.

La UIA señala que el desafío para los próximos meses será recomponer el nivel de actividad sin deteriorar aún más la estructura productiva. Para ello, consideran clave mejorar el financiamiento, sostener incentivos productivos y revisar los mecanismos que regulan la competencia con bienes importados.

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