La industria atraviesa semanas críticas: 220 operarios quedaron sin trabajo tras el cierre de Whirlpool en Pilar y en paralelo avanzan recortes en distintos rubros. La fábrica de ollas Essen redujo turnos y despidió a una treintena de trabajadores; Cramaco anunció que dejará de producir localmente para vender productos importados; y Corven confirmó achiques en su plantilla. Frávega también aceleró su reestructuración con el cierre de otro local.
El patrón se repite: consumo debilitado, mercados más abiertos y empresas que no logran sostener niveles de actividad. Las cifras oficiales muestran un deterioro del empleo y anticipan que el fenómeno podría extenderse a otros sectores si no mejora la demanda interna. Municipios y gremios locales advierten sobre el impacto social de estos recortes y piden monitorear la situación.





