El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que las Fuerzas Armadas intensificarán “muy pronto” los ataques directos contra redes de narcotráfico en Venezuela, en una nueva fase de la operación Lanza del Sur que el Pentágono impulsa desde septiembre. Hasta ahora, los esfuerzos se concentraban en operativos navales y aéreos en el Caribe, con el reconocimiento oficial de haber destruido una veintena de embarcaciones y provocado más de 80 muertes de narcotraficantes en lo que describen como ataques preventivos.
“Iniciar operaciones en tierra es mucho más fácil. Conocemos las rutas que toman, sabemos dónde viven, y vamos a empezar con eso muy pronto”, advirtió Trump ante periodistas. El giro supone pasar de un esquema de interdicción en alta mar y en el espacio aéreo a intervenciones en rutas y enclaves estratégicos del narcotráfico venezolano, con implicancias directas para la seguridad regional.
La escalada militar se da en un contexto de relaciones diplomáticas rotas con el gobierno de Nicolás Maduro, cuya reelección fue calificada de fraudulenta por Washington. El mandatario venezolano enfrenta, además, acusaciones de liderar un entramado de tráfico de drogas conocido como el Cartel de los Soles. En Caracas ya advierten que esta nueva fase de la ofensiva estadounidense podría ser leída como una amenaza a la soberanía y un factor de mayor tensión geopolítica en la región.





