La publicación del último informe del Observatorio de la UCA abrió una fuerte discusión sobre la medición de la pobreza en el país. Según el documento académico, los datos del INDEC habrían “sobrestimado” la reducción de la pobreza lograda desde 2023, mostrando una mejora que no se condice con la realidad de los hogares de menores ingresos.

El análisis sostiene que modificaciones metodológicas y factores vinculados al valor de la canasta básica generaron una estimación más optimista de lo que realmente ocurrió. La UCA señala que, si bien hubo una breve recuperación en 2023, la inflación posterior y la caída del salario real revirtieron cualquier avance.

El informe también advierte que la pobreza infantil y la indigencia aumentaron durante 2024 y 2025, afectando de manera más severa a familias encabezadas por trabajadores informales o con empleos precarios. Para el observatorio, la crisis social tiene profundidad estructural y requiere medidas urgentes.

Frente al debate, especialistas reclamaron mayor transparencia y uniformidad en las mediciones. La UCA propuso reforzar políticas de ingresos y asistencia alimentaria, y subrayó la necesidad de coordinar acciones para evitar un deterioro mayor en los indicadores sociales.

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