La decisión de Leila Gianni de separarse de La Libertad Avanza y crear una bancada junto a concejales del PRO abrió una crisis política inmediata. La exfuncionaria de Capital Humano justificó su decisión en la necesidad de “dar gobernabilidad”, pero sus excompañeros la acusaron de romper la unidad por intereses personales.
La reacción más fuerte vino de la militancia libertaria, que denunció que la movida se gestó a espaldas del partido. Dirigentes nacionales señalaron que la decisión contradice el espíritu del espacio y debilita la representación local.
Lilia Lemoine se alineó con Gianni y defendió su postura, lo que derivó en un enfrentamiento abierto dentro del espacio. Las redes sociales se convirtieron en el escenario principal de una interna que escaló rápido y sin señales de contención.
El impacto institucional todavía es incierto. Lo que sí está claro es que la ruptura obliga a LLA a reorganizar su estrategia en uno de los distritos más relevantes del conurbano, justo cuando el Gobierno necesita músculo político para avanzar en su agenda nacional.





